«En cuanto a mí, ya comprenderás muy bien que no habría escogido precisamente la locura si hubiera tenido que elegir, pero cuando a uno le cae una carga semejante, ya no pesca nada más. Al menos, quizás me quede también el consuelo de continuar trabajando un poco en la pintura.»
Vincent van Gogh
Bosnia y Herzegovina, 2000. Postguerra.
Afuera las ciudades aún están divididas en sectores.
Pacientes del Hospital Psiquiátrico de Sarajevo durante una sesión de musicoterapia organizada por mis amigos, el músico Benjo y su esposa Kaolina, pacientes externos de la institución.
Nedim, fotógrafo y paciente del hospital, adivinaba diafragmas y velocidades al escuchar los disparos de mi cámara. Al finalizar la sesión destacó lo bien que podíamos pasarla todos juntos: croatas, musulmanes, serbios, rom o gitanos, italianos e incluso un guatemalteco-mexicano. Concluyó: ¡es que estamos locos!