¡Contigo, Galeano!
«Lo único cierto con toda certeza es que trescientos cincuenta millones de años antes, unas alitas despuntaron en el cuerpo de las libélulas, y las alitas fueron alas que siguieron creciendo, durante algunos millones de años más, por las puras ganas de viajar.
Las libélulas fueron las primeras pasajeras del aire.»
Eduardo Galeano
Los hijos de los días