Salgo de mi habitación, de cinco metros de alto, de belleza decadente, aire húmedo, nostálgico y con permanente aroma de neftalina. La posada, en el centro de Lima, hoy está habitada por peruanos que han venido de paso a la capital. En el pasillo han dejado los periódicos del día, que agradezco porque en las andanzas y sin internet, se corre el riesgo de descuidar la información. Leo los titulares a ocho columnas de los diarios El Poder, El Men y El Chino –el diario de la multitud-, respectivamente:
“Chile es un país agresivo y conquistador.”
Morales Bermúdez demanda con urgencia unas FFAA disuasivas… Alerta que pase lo que pase en La Haya, mapochos seguirán armándose porque “esa es su política de Estado.”
“EE.UU. nos arma contra Chile. Nos venden aviones cazas FA-18E o Super Hornet.”
“Virgen anuncia fin. Dios va a castigar de una manera sin precedentes. ¡Ay de los habitantes de la Tierra! Dijo en carta donde también vaticina el fin de la Iglesia.”
Me río. Me preocupo. Pienso en los lectores de estos “diarios de la multitud”, pienso en la libertad de prensa y nuestra fragilidad.
Lima, 1 de marzo de 2013
360° 