Hay ciclos complejos, oscuros y difíciles.
Hay épocas que se dibujan de nubarrones y tempestades,
de miopía y cerrazón.
Hay años de prueba, dudas y preguntas,
de partidas y ausencias, de resurgir.
Hay momentos donde impera la desmemoria,
donde todo parece no importar.
Hay tiempos donde la entereza se antoja utopía,
y la capacidad de soñar, pura locura.
Quizá sea precisamente en esa esquina,
en esos ángulos de nuestro humano andar
donde resurge el deseo,
la terquedad del abrazo,
la persecución de la pasión, la coherencia,
el riesgo, el vértigo, el salto.
Ese abrazo, el más profundo, es para ustedes,
celebrando a contracorriente,
como ciclistas soñadores,
un gran nuevo ciclo.